Tengo la enorme fortuna de haber nacido, de haber crecido y de haber vivido siempre en Ituzaingó. Acá me crié. Acá di mis primeros pasos. Acá fui al jardín de infantes “La Hormiguita Viajera” que funcionaba en una sociedad de fomento... porque en aquellos tiempos, cuando éramos la parte olvidada del antiguo Morón, las escuelas no tenían edificios propios. Pero como había mucho amor y una gran organización comunitaria, gracias a un conjunto de personas comprometidas que amaban mucho a estas tierras, fue posible empezar a hacer Ituzaingó.

Recuerdo como si fuera hoy a mis maestras de Nuestra Señora del Pilar: a Griselda, a Olga, a María del Carmen, a Ana María y a Mónica. También están muy vivas las imágenes de mi Primera Comunión y de mi Confirmación con el padre Mario, sus misas carismáticas, su obra y sus palabras que me marcaron hasta hoy. En las calles y los clubes de Ituzaingó jugué al fútbol y también hice grandes amigos. En la secundaria, participé de las bicicleteadas comunitarias, para construir la escuela “Héroes de Malvinas”, mi escuela, el lugar en el que aprendí el valor de la solidaridad de la mano de mis compañeros y de mis docentes… de la mano de Oscar “el gordo Gutiérrez” que nos llevó a Chaco y a Jujuy, para apadrinar escuelas de frontera. Estos son recuerdos imborrables que atesoro en mi corazón.

El orgullo de ser ituzainguense está presente en lo que nos rodea y distingue.

Tenemos una oferta cultural, recreativa, deportiva y educativa inigualable. Somos innovadores pero, a la vez, respetuosos del equilibrio ecológico. Tenemos una Reserva Natural Urbana excepcional. Y tenemos propuestas comerciales y gastronómicas que nos permitirán posicionarnos como un polo con proyección turística que será fuente de empleo, para nuestros vecinos y vecinas. Cuando hablamos de vivir, trabajar y estudiar en Ituzaingó hablamos de esto, de un camino que ya inició y que quiero profundizarlo con ustedes.

Tengo experiencia en gestión y tengo equipo. Con el mismo amor de siempre y con nuevas ideas quiero que continuemos este camino de diálogo y que sigamos preguntándonos en qué municipio queremos vivir, en qué provincia queremos vivir, en qué país queremos vivir. Y hacerlo juntos.

Quiero ser el próximo intendente, convencido de que el desafío que tenemos por delante es profundizar lo que hicimos bien y hacer lo que falta, para que la ciudad que amamos, sea ese lugar para vivir con el que todos y todas soñamos y, que todos y todas nos merecemos.

Con el mismo amor de siempre y con iniciativas innovadoras, quiero que continuemos este camino de diálogo y que sigamos preguntándonos qué municipio queremos.

Como intendente de Ituzaingó, los y las invito a hacer ese Ituzaingó para vivir que todas y todos soñamos y nos merecemos.